Javier

Soy Javier y he venido para ofreceros estas historias. Espero que os gusten.

lunes, 6 de octubre de 2014

Boo y el monstruo Abracitos

Era la noche de Navidad y Boo se levantaba impacientemente y vino un monstruo simpatiquísimo y le dijo:

- Hola.





Boo le dijo:

- Hola.

El monstruo Abracitos tenía placas en el lomo y eran como pinchos y se fue a correr a venturas con él.


El monstruo Abracitos era el encargado de repartir los regalos a todos los niños y niños buenos. De camino a la casa de Boo, que se había perdido, se cubrío con una mantita y llegaron a su casa y se puso en la cama y le dió un osito el monstruo Abracitos. Luego desapareció.


Boo entrecerró los ojos. Estaba muy cansada así que caida en la cama y molida se fue a dormir con su osito. Pero Randall vino. Boo tuvo miedo pero el monstruo Abracitos la cogió y salió por la ventana el monstruo Abracitos con su osito en la zarpa. Y ahí empieza la aventura.


Finalmente, llegaron volando a una organización de robots monstruos que los cogieron y los echaron a patadas de la puerta. Pero Boo entró otra vez y les dijo:

- ¡Boo, boo!

Y ellos les dejaron pasar. Al parecer, la contraseña secreta para controlarlos era "boo". Y luego revolotearon ella y Abracitos de un brinco y se fueron de otro brinco. Boo en la mano llevaba a su osito.


Al caer fuertemente contra el espacio vacío del tiempo, se preguntaron dónde estaban. De pronto, empezó a crearse una habitación donde de las paredes salían cañones. Boo y Abracitos saltaron y esquivaron las bombas de los caños y Boo, con el osito en la mno. Luego revolotearon otra vez y cayeron bajando, bajando y bajando.

Unos monstruos les cogieron y casi convierten el piedra al señor Ositos, dice Boo. Esquivan la habitación, todas las habitaciones y siempre hacían la misma escena: revolotear y caer.


Y entonces, al caer otra y otra vez, cayeron en una habitación con los libros polvorientos y estanterías raídas. Dejaron a Osito en el suelo. Luego lo volvieron a coger. Boo abrió la puerta y se quedó quieta mirando que la puerta no tenía pomo. Se abrió sola y de ella salió una varita. Y Boo dijo:

- Wingardium leviosa

Y toda las paredes flotaron.


Y cuando flotaron pasaron dos cosas: una, se encontraba muy cansada y dos, estaba en su habitación. Y se puso a dormir y

FIN.


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