Javier

Soy Javier y he venido para ofreceros estas historias. Espero que os gusten.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Morritos, el troll de la isla del tiempo, 2ª parte

- Jamás la volverás a ver -dice Malamuerte-. En cuanto a ti, Morritos, he hipnotizado a casi todos los trolls menos a vosotros para que os ataquen. ¡Ja, ja, ja! Nunca volverás a ver a tu tía, Grumitos.



- La temida bruja Malamuerte soy yo y ahora os revelaré mi verdadera identidad.






- Esta es mi verdadera identidad.

La bruja Malamuerte tenía cuerpo de orangután, orejas de elfo y manos de orangután y tenía la cara espantosamente coloreada.

- AHHHHHHHHHHHHHHH -dice Grumitos.- Es la temida bruja Malamuerte que ha vuelto a poseer a un animal. Y entonces ha cogido su verdadera cabeza del animal y la ha quitado y ha puesto la suya.

- Así es -dice la falsa Donkinkinkin, o sea, Malamuerte.- Os voy a zombificar a todos cuando os lance mi hechizo.

De repente, la madre dice:


- Todos saben que los trolls somos inmunes a tus hechizos.

- ¡Ja, ja, ja! -dice Malamuerte-. Ahora luchareis contra mi armada zombi.






Y dice la mamá de Grumitos:

- ¡Ba! ¿Esa es tu armada de trolls, un hueso y un espadachín muy bueno en artes marciales?

- Para mi que no lo has entendido, Rufus -dice Malamuerte (la madre se llamaba Rufus)-.

Entonces, dice la madre de Grumitos:

- ¿Como es que si has dicho armada sólo son dos?

- Ay, Rufus, ay, Rufus, la pequeña e insignificante Rufus. Estos dos los he hecho para engañaros y deciros que eran trolls, pero no son trolls, en realidad son mi equipo de asistentes robóticos articulizados por mi imagen.

De repente, Malamuerte ordena al espadachín robot que copie todo lo que haga Grumitos. De repente Grumitos se lanza contra él, pero ya es demasiado tarde, él ya se ha lanzado y va por el otro lado. Cuando por fin se encuentran, Grumitos y Kikos (que es el nombre del espadachín y el otro ayudante es Suap) de repente Kikos con su afilable espada se defiende de los ataques de Grumitos. Y el otro ayudante, es decir Suap-Suap, coge a su compañero, le llena la boca de gominolas y lo coge y aprieta y Grumitos sale disparado por las gominolas. Kikos, cuando ya no tiene más gominolas, dice:

- ¿Que hacemos, Malamuerte?

Y Malamuerte les pone un poco más de pilas. Kiko se pone a golpearse el pecho con su afilable espada. Luego, Kiko se pone a tope de energía y lanza a Grumitos al vacío del campo. Grumitos se agarra a un trocito del campo que hay en un moticulito de tierra. De repente, el montículo de tierra y el vacío desaparecen. En su lugar hay un colchón hinchable. Grumitos cae. Kiko le copia. Y Kiko se quita su chip de voz y se pone otra vez el chip de voz. Al disparar una ráfaga de bolas de psíquico, se lo vuelve a poner. Kiko cada vez que hablaba, volaba.


De repente, Kiko encuentra unos trozos de metal que vuelan hacia él y lo modifican borrando todas sus antiguas habilidades y aspecto.

- ¡Kiko! -dice Malamuerte- ¿Pero qué te ha pasado?

Y Kiko responde:

- No lo sé. Pero me servirá para destruirlos.

Y de repente Kiko puede hacer todos los movimientos y todas las transformaciones que quiera. De repente, Kiko lanza el mismo ataque que Grumitos al eructar. Al eructar le produjo a Rufus un dolor terrible. Cogió a Rufus, se lanzó en picado, la tiró a la guarida de Malamuerte y la cogió para modificar su memoria y que se uniera a ellos. Pero el padre dijo:

- ¡Máquina mala!

Y de repente, Kiko lo oyó y  no pudo evitar reconocer la voz de su padre y volvió a volverse bueno porque esos trozos de metal al agujerarse en su estatura, pues daban un programa que hacía que Kiko ya no fuera malo y que se convirtiera en la mascota de Grumitos.

Malamuerte se marchó y dijo:

- ¡Volveré!

Y cogió al huesudo Suap y se largó volando. Y de repente, su tía Donkinkinkin sale del sótano y el robot que han reprogramado quiere que le tiren el palito. Y de repente, Kiko ya no reconocía ese nombre, así que lo llamaron, como nuevo nombre, Robobicho.



Robobicho se podía colar en los sitios y además tenía habilidades mucho mejores que las anteriores malvadas y malvadas habilidades que siempre había tenido se habían vaporizado. Y además, a veces aparecía para salvar a la gente y otras veces se ponía fuera de control y los destruía todo sin querer.

FIN

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